jueves, 11 de octubre de 2012

Mientras los pies me liberaban en la fria arena del otoño,
encontre un pensadero, comodo, sin lujo ni moño,
la brisa enfriando mis mejillas,
no dejaba de soplarme, al oido maravillas,
Por qué no vivir allí toda la vida?
...
el mar como testigo de mi poesía,
ya te tenia clavado en mi corazón,
así que de soledad no sufriría,
Por qué no morir en ese pensadero algún día?
mi pluma jamás allí se secaría,
me libraría del consumo, de la gente,
de la misma familia, que me adapto a la sociedad,
que de niña no quería,
Por qué no hacerme una vida allí sin los deberes y las manías?
sin pedir nada a nadie,
sin deber dinero ni caricias,
y hacer eso utópico y distinto que me moja en fantasias,
saldría de vez en cuando a encontrar aquél que de pasión me llena el dia,
para oler mi perfume favorito, y en su piel llenarme la vida.

Elida Escalona.