sábado, 22 de enero de 2011

Entre Necesidades y Decisiones.


La necesidad de creer es proporcional a la falta de confianza en ti mismo… En la medida en la que puedas confiar en ti, en tu instinto, en tus emociones y sentimientos, y se fortalezca tu confianza, en esa misma medida dejaras de creer en mentiras y por ende, los mentirosos no encontraran un hogar en ti.



Esta pequeña reflexión demuestra que seguimos siendo precursores, cómplices y ejecutores de todo y cuanto nos sucede en la vida.

Hoy puedes estar triste pero solo en ti estará tomar la decisión correcta para que mañana veas la luz de sol cálida y brillante. Estás naturalmente capacitado para buscar tu tranquilidad, somos hedonistas por naturaleza lo cual indica que jamás queremos estar mal, buscamos constantemente estímulos satisfactorios en nuestra vida al tiempo que vamos desechando o evitando los estímulos aversivos.



Esto lo único que demuestra es que cuando constantemente estamos sufriendo y cuando no logramos encontrar paz, es porque nosotros mismos estamos de alguna manera creando en cada paso, en cada momento esa situación que no nos favorece. Normalmente cuando algo no esta bien, mientras lo hacemos sentimos algo, un pequeño palpito, una minúscula duda en medio de la euforia o de la satisfacción ilusoria del momento; Esa sensación de que quizá puedes estar equivocado va al cerebro quien se encarga de evitarlo o procesarlo según sea tu necesidad, por ejemplo:

Una persona que ama a su pareja y se le presenta la oportunidad de ser infiel, en medio de esa emoción de ser conquista o de conquistar, en medio de esa sensación super satisfactoria de sentirse atractivo (a) llega un pequeño impulso que le dice: “Psssst epa, esto no es correcto” O “¿Y si te descubren? ¿Vale la pena el riesgo?”

Es aquí en donde en base a sus necesidades, físicas, psicológicas, emocionales, sociales o hasta espirituales el cerebro de esta persona procesa ese estimulo… esa pequeña información que le advierte muy dentro de él lo que en realidad le traerá tranquilidad en un futuro. Habrá quienes necesitan de cariños y atenciones (como es el caso de muchas mujeres infieles) y se dejen seducir por el momento sin pensar en su capacidad para afrontar sus propias consecuencias luego.

También existe el hombre que no se siente muy atractivo en su casa y al darse cuenta de que para otras mujeres es atractivo cae en ese juego de prestarse para satisfacer las necesidades sexuales o emocionales de esa mujer a cambio de alimentarse el golpeado y hasta en cierta manera ultrajado ego.



Es de esta manera como hacemos cosas buscando ser felices pero que en última instancia, no nos trae ni un poco de felicidad.

La formula correcta para empezar a tomar buenas decisiones es escucharte, aprender a identificar cuando habla tu ego, tu mente o tu corazón, es aprender a unirte como un todo que eres y equilibrar necesidades en concordancia con satisfacciones reales y no circunstanciales.



Es saber lo que realmente quieres y ver si donde lo estas buscando en realidad lo obtendrás por completo o solo te sentirás satisfecho por un rato. No es fácil desechar una posible oportunidad de llenar la cuota de felicidad del día, por eso es que tomamos malas decisiones; porque tomamos las oportunidades como si jamás se presentara una mejor que esa, si bien es cierto, que debes aprovechar buenas oportunidades porque no se presentan varias veces en la vida, también es cierto que hay oportunidades constantes que siempre se están presentando como caramelitos… Pero es que resulta que los caramelos no quitan el hambre.



Aprender a elegir entre comer caramelos o esperar a la cena es difícil cuando tienes hambre, pero el sacrificio es bien recompensado. La satisfacción al final será completa y no estarás con hambre constantemente como sucede al terminar de comer cada caramelo.



He aquí desde mi punto de vista la manera de tomar decisiones correctas, Primero responsabilizarte de todos y cada uno de tus actos y darte cuenta de que todo lo que pasa de alguna manera tiene tu firma en alguna parte, consciente o inconscientemente pero la tiene. Segundo tener la fuerza de voluntad y la suficiente conciencia de ti mismo como para diferenciar entre los caramelos y la cena. Y tercero saber que las oportunidades buenas son pocas pero que la vida está llena de oportunidades constantemente solo debes abrir tu mente a ellas y serán reveladas.



“Mirando las oportunidades sin ansiedad ni desespero es que una vida se empieza a llenar de decisiones acertadas y de sueños. Las oportunidades son solo eso, y la vida está llena de ellas”



Elida Escalona.

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